miércoles, 25 de noviembre de 2009

¿VAMOS A CINE?


UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSE DE CALDAS
COMPETENCIAS COMUNICATIVAS

AUTOR: DIANA CRISTINA CHIQUILLO ESCAMILLA
CODIGO: 20042145039


Crónica


Todo ocurrió el pasado martes 17 de noviembre de 2009, cuando mis deseos por hacer algo distinto me llevaron a la opción mas simple, deliciosa y sensitiva que puede llegar a ser el salir a ver una película, eso si, en muy buena compañía.

Todo empezó cuando días antecedentes a este me llevaron a acumular una carga de mala energía y estrés, por trabajos acumulados y otras cosas que se fueron sumando, de forma que tenia que buscar una manera de dirigir esa energía es decir sacarla de mi y las dos opciones posibles, fueron una un buen plan y dos desquitándome con el primero que pasara. Como no soy del tipo de personas de la opción dos por supuesto pensé en la primera y que mejor plan que ir a cine.

La decisión de ir a cine estaba tomada, ahora solo faltaba quien me iría a acompañar, porque, que flojera es ir a cine solo, bueno, como casi todos los días, allí estaba él, talvez por el exceso de trabajo, y por la costumbre, ya las cosas se tornan iguales. Llego a su mesa le doy un beso calido por lo general, aunque haya días como este que el estrés acompañado de depresión hacen que de un beso frío.

El día trascurre como todos los demás, hacemos lo mismo de siempre, sin embargo quiero buscar la forma de decirle cuanto lo amo, pero me parece que esa palabra se queda corta y ya no sirve, se que me nota distante, se que quiere decirme cosas que le pasan por la mente y que con las palabras precisas en su boca, nuevamente las pasa a través de su garganta para no herirme. Sabe que me encuentro susceptible, sabe que si me dice algo, me puedo molestar, pero sabe aguantarme, sabe esperar, sabe entender, sabe que me pasa algo… yo creo que sabe amar.

Ese; justo ese, es el personaje que quiero que me acompañe a cine, mi novio, sin mencionar casi palabras, lo acompaño a su lugar de trabajo. Luego trato de buscar el mejor momento más oportuno para decirle ¿vamos a cine? Pero no, no lo hago y el silencio entre los dos se hace mas eterno. Entonces me empiezo a dar cuenta que mi vida con el se hace corta cuando estoy bien, porque hablo, y si hablo, el habla y entonces podemos entablar una conversación de nunca acabar, porque el tiempo así y a su lado, no corre vuela. Pero sino, es como justo en ese momento, un silencio de cinco minutos parece horas, se hace eterno y a su vez va taladrando el alma porque se siente como que algo anda mal.

Ya se termina el recorrido y me animo, no quiero decirle, no, por un no como respuesta, sino porque he pensado que hace tanto que no hacemos ese plan que le va a parecer idiota, o tal vez llegue a pensar que; ¿como alguien con tanto trabajo encima, tan preocupada por lo que viene puede malgastar su tiempo hiendo a cine?.

Sin mas preámbulo, le digo:--quiero hacerte una propuesta, pero no se si la aceptes-- y como si estuviera esperando mi voz cortando el silencio de los dos, me dijo – si-- , --pero si no sabes que es—, -- no importa si--- . Tal vez y en ese momento se esclarecieron dudas efímeras que a veces pasan en mi mente que se desvanecieron justo en ese momento con un –no importa si--- entonces ¿vamos a cine?--

Luego de acordar la hora y lugar (7:30 pm en metrópolis) además de romper el silencio, solo un abrazo necesite para sentirme mejor porque por lo demás ya sentí que estaba bien.

Llegue muy puntual, diez minutos antes de la hora acordada, nunca suelo hacerlo, pero se que le molesta la impuntualidad, el frío de la noche empezaba a sentirse mas y mas, por eso decidí entrar, y mientras llegaba echar un vistazo a el árbol de navidad, aquel que desde niña me da gusto ver en los centros comerciales, los recuerdos de mi niñez llegan a mi mente y navidad resulta ser una época esperada.

Bueno salgo a ver si ya llegó, y lo veo justo en la puerta, a penas si llega y ya me esta llamando lo veo y al mismo tiempo siento el celular vibrar en mi maleta, no contesto y me dirijo a el, lo miro a los ojos, creo ver en el muchas cosas y en mi mente suena un –creo que no me equivoque— me ve me saluda con un beso y entramos, ahora ¿que película veremos? La que quería ver no esta, las otras son mas tarde, decidimos ver la titulada 2012, pero es a las 9:40 pm, aun falta mucho tiempo por lo que vamos a los juegos, pero lastimosamente ya los iban a cerrar.

Bueno desparchados hasta las 9:40 pm, decidimos ir a comer, una hamburguesa y un café en el éxito cercano, era el mejor plan para pasar el tiempo, nos entretuvimos hablando y mirando revistas hasta caer en cuenta de ver el reloj eran las 9:15 pm había pasado el tiempo muy rápido pensé, pero eso me pasa cuando estoy a su lado. Nos dirigimos a ver la película, compramos el tiquete nos ubicamos y allí estábamos viendo 2012, estuvo buena, aunque he visto mejores, pero no me quejo, hubo buenos efectos, después de terminar la película salimos de allí.

Pero mas que el mensaje de la película que para mi fue algo así como “el que persevera alcanza”, el mensaje para mi vida es que la película, que sin importar cual fuera no fue lo que me hizo sentir mejor ese 17 de noviembre de 2009, fue su compañía.

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