Se tilda a los estudiantes de las universidades públicas con denotativos como el de “tira piedras” y “vándalos”; es necesario cambiar esa imagen, porque somos más que eso.
Es apenas lógico que por la gran diversidad humana y social presente en la Universidad Distrital (forma de ser, de actuar, de vivir y sobre todo de pensar), sea difícil ponerse de acuerdo en las discusiones políticas, y que en ocasiones se asuman puntos de vista antagónicos; sin embargo, como personas racionales que somos, a través del debate argumentado, se pueden plantear las diversas perspectivas frente a un tema o problema, expresando lo que pensamos y sentimos, respetando, eso sí, la opinión de los demás.
Es muy interesante que mientras se tome un descanso de clase para entrar a la siguiente, en el almuerzo, o simplemente en cualquier espacio, se pueda generar con los compañeros del Proyecto debates sobre temas de interés común, en un ámbito de interacción muy enriquecedor, que nos permite conocer otras perspectivas de análisis sobre la situación mundial, nacional y de la universidad misma. Cabe decir que este aspecto deliberativo no se tuvo en cuenta en el proceso de traslado de la LEBEM a la sede de la calle 64. ¿No sería bueno, que tuviéramos la oportunidad de compartir esta experiencia con estudiantes de otros proyectos?
Ahora bien se dice que las universidades públicas, por lo general, se identifican políticamente con la izquierda. Cuántas veces fuera del entorno universitario, se nos ha tildado de revoltosos, vándalos, rebeldes sin causa, marihuaneros, guerrilleros y en fin, mil denominaciones peyorativas que no corresponden con la realidad. ¿Por qué se han difundido estos estereotipos? Una posible respuesta es la falta de criterio de algunos estudiantes, que al iniciar su carrera universitaria traen consigo estas percepciones equívocas sobre la universidad pública, y es aquí en la universidad, donde nos damos cuenta que es distinto y que no se puede generalizar porque aquí encontramos todo tipo de personas.
En la universidad, no todos actúan de la misma manera, ni son de la misma corriente política, yo diría que pocos son los del sentido social-crítico sobre lo que pasa, (que deberían ser más), son más los indiferentes, los conformistas y/o desinformados. Hay quienes usando “una causa”, justifican sus malas acciones, muchos al llegar a la U, se dejan guiar por las pasiones y no por razones, por eso en las marchas, como las del 1 de mayo de cada año, donde hay gran asistencia de universitarios de universidades públicas, aparece la Universidad Distrital en las noticias, y no precisamente por cosas buenas, sino por las malas acciones de algunos estudiantes.
Yo creería que muchas veces los estudiantes que asisten a marchas, no van por las razones por las cuales se convocan, sino por la emoción de participar en ellas y la mala idea de tirar piedra; muchos ni siquiera saben el motivo de la marcha, ahí está una consecuencia de porque estas, terminan con destrozos y daños en propiedad ajena. Pensemos un poco antes de hacer estas cosas, eso sólo demuestra falta de educación y cultura, además daña la imagen de la universidad.
Esta bien que nos quejemos pero con argumentos, que busquemos formas no violentas para hacernos escuchar, por ejemplo si decimos no a la reelección, que sea claro por qué no y si es contraria la opinión argumentar. Yo digo no a la reelección, y una razón, es que somos privilegiados al pertenecer a una universidad pública como lo es la Distrital, si continua Uribe, tal vez se acabe este privilegio y no lo tengan futuras generaciones. ¿Por qué hacernos ese mal nosotros mismos? ¿Por que votar por Uribe si hay mas opciones? No deje de votar y haga uso de la democracia.
En nosotros también está el cambio, pensemos un poco, no tomemos las cosas a la ligera, informémonos bien, seamos coherentes, si se convoca a una marcha, asistamos siempre teniendo en cuenta que somos universidad Distrital y que quienes asisten la representan, no proyectemos mala imagen de la universidad y lo más importante no nos dejemos llevar por la corriente, hagamos uso de nuestro criterio como seres pensantes y críticos. Sin embargo, no lleguemos tampoco al otro extremo que es aún peor, el de reprimirnos y no opinar. Cambiemos la imagen negativa que difunden los medios masivos de comunicación porque somos más que eso.
AUTOR: DIANA CRISTINA CHIQUILLO
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